En diciembre del año pasado, la vida me obligó a pasar a la lista de trabajadores independientes. Sí, no fue una decisión, fue por obligación. Por suerte, ya he pasado por situaciones y circunstancias que me obligaron en su momento a reinventarme, pero nunca había experimentado que el otro lado terminara la relación laboral, siempre había sido yo la que buscaba nuevos horizontes u oportunidades.